Después de que la mujer confirme su embarazo, el estudio ecográfico marcará la pauta del resto de pruebas que cuentan cómo está su niño.
El diagnóstico por ultrasonido, conocido como ecografía, ha tenido una evolución muy rápida gracias a su inocuidad, facilitando la posibilidad de practicar numerosos estudios en un mismo paciente, sin riesgos, sin preparaciones dispendiosas y a un costo relativo bajo.
La utilización de una técnica u otra debe responder únicamente a criterios médicos.
Tipos de ecografías:
1.- 2D o convencional: el transductor se desliza por el abdomen y lanza unos ultrasonidos ( ondas sonoras) que al chocar contra el cuerpo del feto se transforman en imágenes que se recogen en el monitor.
2.- Transvaginal: la diferencia con la anterior es que el transductor se introduce por la vagina. Logra imágenes más nítidas.