11 nov 2014

Cómo adaptamos el dormitorio de personas mayores y discapacitadas





















 El dormitorio de personas mayores y discapacitadas, tiene que ser un lugar tan especial e íntimo, no tiene por qué dejar de ser bonito, cómodo y seguro, cuando surgen nuevas necesidades de cuidado, al hacerse mayor o ir experimentando cómo en tu vida cotidiana van apareciendo limitaciones y dificultades, a la hora de moverse, bien sea por causa de una enfermedad o de la evolución de cualquier tipo de discapacidad. 

Con estas sencillas recomendaciones, verás cómo puedes disfrutar de un dormitorio adaptado a ti, tanto en tu casa como en un centro especializado. Cambiar y modificar tus muebles, distribuir el espacio de la habitación a tu conveniencia y de forma adecuada, poner en práctica unos trucos que te faciliten el acceso a lo que utilizas y a esos puntos que te resultan estratégicos, para tu autonomía y comodidad, seguro que solucionarán cualquiera de tus dificultades y harán de él un lugar muy agradable y a tu medida, sin tener que renunciar a las cosas que más te gustan, como su decoración.

8 sept 2014

ENVEJECIMIENTO





















El  envejecimiento de la población de los países desarrollados, debido al aumento de la esperanza de vida y disminución de la natalidad hace que aumente la incidencia de patologías derivadas del envejecimiento,como la enfermedad de Alzheimer, patología degenerativa, de lenta evolución y  sin cura, cuya asistencia necesita de diversos profesionales, entre los cuales, el Profesional de Enfermería tiene un peso específico desde la Atención Primaria , Especializada y las personas que se dedican al Cuidado de estos enfermos .

Dada la dependencia originada por el Alzheimer, la atención global implica la asistencia no sólo del afectado, sino también de sus familiares y sobre todo de su cuidador principal. El Profesional de Enfermería realizará la práctica asistencial hacia el binomio enfermo – familiar, de acuerdo a las características personales de los mismos y a la fase evolutiva de la enfermedad de Alzheimer (Fase inicial, fase moderada, fase severa y fase terminal).

5 sept 2014

Cómo elegir un buen cuidador para ayuda a domicilio.





















Cuando una persona envejece, por lo general le gusta estar en su casa y rodeado de sus cosas, sus recuerdos y sus costumbres. Cosas inmateriales, las cuales cuesta mucho deshacerse de ellas por el valor sentimental para la persona

Por eso, a nuestros mayores les agrada la idea de envejecer en su hogar y disfrutar cómodamente de su rutina, la rutina de toda una vida vivida.
Para valorar las capacidades y cualidades que posee dicho cuidador, se tienen en cuenta los siguientes puntos:
-Formación que ha recibido para tratar con mayores.

-Que le guste trabajar con personas mayores.

-Respeto a su intimidad y sus costumbres.

-Intuición para detectar y alertar de cualquier problema.

-Atento a sus reacciones, opiniones y gustos.

-Facilidad de comunicación.

-Agilidad y destreza para atender a personas con problemas de movilidad.

-Simpatía.

-Que sea estimulante.

En la sociedad actual española y tomando como referencia Madrid, la capital del país, según unos datos obtenidos, las estadísticas indican que sobre todo, la mujer tradicionalmente en España, siempre se ha encargado de atender y cuidar a sus mayores. Pero la incorporación de la mujer al mundo laboral y el aumento de los recursos disponibles en la rama de ayuda a domicilio cada vez más en auge tanto públicos, como privados, origina la posibilidad de contar con un cuidador que cubra las necesidades y actividades diarias de la persona mayor.

Las tareas del cuidador puede abarcar desde una tarea rutinaria de poco tiempo al día, a todas las tareas que realiza una persona a lo largo de su día, como llevar a cabo las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.), acompañar a salidas fuera del domicilio (por ejemplo, acompañar al médico), ayudar a los desplazamiento dentro del propio domicilio (por ejemplo, ir al baño), ayudar a los cuidados de la higiene personal, ayudar a administrar los bienes y el dinero, supervisar la toma de medicamentos, cubrir tareas básicas de enfermería o resolver situaciones en las que se pueda encontrar la persona mayor en un momento dado (por ejemplo, algún desmayo o cuando se encuentre agitado).

Por todo ello, es muy importante que la familia antes de contratar a la persona cuidadora, supervise su trabajo y exigirle el cumplimiento de sus funciones. También debe evitar contratar a personas que se ofrezcan en anuncios de la calle o en centros públicos que no tengan suficiente formación.

Asegúrate de que tus mayores tengan un envejecimiento feliz y armonioso, en manos de auténticos profesionales.


21 ago 2014

El CUIDADO



















El término cuidado ha estado presente en el campo de la enfermería desde sus inicios; Florencia Nightingale hace mención de él, utilizándolo para representar la ayuda que se prestaba a las personas para vivir o sobrevivir en sus ambientes físicos o naturales en relación con la limpieza, el aire no contaminado, el reposo, la buena alimentación y el ejercicio (Meleis, 1985).
Según Colliere (1996) “cuidar es ante todo, un acto de vida, en el sentido de que cuidar representa una infinita variedad de actividades dirigidas a conservar la vida y permitir que ésta continúe y se reproduzca”.

El cuidado que se ofrece no es homogéneo, depende de las condiciones de los sujetos, de los recursos con que cuentan y de los conocimientos que poseen para que la enfermera determine el tipo y características de los cuidados. Se diferencian de acuerdo con las funciones de la vida.


Care: cuidados de costumbre y habituales, relacionados con las funciones de conservación, de continuidad de la vida, representan todos los cuidados permanentes y cotidianos que tienen como única función mantener la vida, reaprovisionándola de energía, en forma de alimentos o de agua, calor, luz o naturaleza afectiva o psicosocial.

Cure: cuidados de curación, relacionados con la necesidad de curar todo aquello que interfiere con la vida, eliminar los obstáculos, limitar la enfermedad, asistir en la estabilización de los procesos degenerativos, viendo a la persona como un ente integrado, con un estilo de vida propio determinado por su grupo, su cultura y su entorno (Colliere,1996).

Es importante enfatizar que estos dos tipos de cuidados deben mantener un equilibrio permanente en la práctica, ya que cuando prevalecen los cuidados de cure (curación), se van aniquilando progresivamente los cuidados de care y con ello la motivación de la persona, todo aquello que la hace ser y querer reaccionar, ya que se agotan sus fuentes de energía vital necesaria, pues se descuida también su afectividad, espiritualidad.