26 ago 2016

TE PUEDE AFECTAR SI VIAJAS EN AVIÓN
























En la mayoría de los casos no existe una conciencia real del riesgo que conlleva y de la importancia de adoptar medidas que ayuden a prevenirlo. Los que hemos viajado alguna vez en avión sabe muy bien que el espacio entre asientos no es precisamente abundante y que si el vuelo es largo el viaje puede convertirse en una auténtica pesadillas. 

Sin embargo, la consecuencias pueden ir más allá de una experiencia incómoda y da lugar a lo que se conoce como el "síndrome de clase turista", un problema vascular derivado de una situación de inmovilidad prolongada, si bien no es frecuente; pero puede llegar a ser muy grave. Evitarlo está en nuestra manos.

El "síndrome de clase turista" es un problema vascular que puede producirse debido a la inmovilidad prolongada cuando se hace un vuelo de larga duración en clase turista, generalmente conlleva estar mucho tiempo sentado y con poco espacio para estirar las piernas. 

Como consecuencia se puede producir trombosis venosas en las piernas, con hinchazón y dolor en las pantorrillas. Una posible complicación es el tromboembolismo pulmonar, es decir, se suelta un trombo de la pierna y se desplaza hasta el pulmón, quedando enclavado allí que puede llegar a ser muy grave.

Presentan alto riesgo aquellas personas con problemas circulatorios como: insuficiencia venosa o enfermedades que faciliten la coagulación de la sangre, insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus, tumores, edad avanzada o hayan sufrido alguna intervención quirúrgica reciente, traumatismos importantes en las piernas.

Como se puede prevenir es importante adoptar medidas que ayuden a prevenirlo. Los viajeros no suelen consultar a su médico antes de volar y sólo en ocasiones, Si se pertenece a un grupo de riesgo aumentado, debemos consultar con nuestro médico para que nos informe y aconseje.

En estos casos es importante usar medias de compresión puede ser útil. 
  • Evitar la inmovilidad prolongada durante el vuelo, levantarnos y caminar por lo menos cada 2 horas. 
  • En el asiento, intentar estirar las piernas todo lo que podamos.
  • En la medida en que sea posible, mientras estemos sentados, no debemos mantener las piernas dobladas o cruzadas durante mucho tiempo.
  • Beber abundantes líquidos.

A veces los síntomas no suelen aparecer durante el vuelo sino ya en el lugar de destino, durante los días siguientes. Lo más comunes son dolor en la pantorillas, hinchazón y edema en la pierna e incluso cierta dificultad para caminar, puede aparecer dolor en el pecho y sensación de dificultad para respirar, por lo que habría que acudir inmediatamente a los servicios de urgencias.









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