La mujer después del parto pasa por un cambio físico, psicológico y ambiental que lo trasmite a través de euforia, confusión, amor, pena, felicidad y temor. No sabe como enfrentarse a todo esté cambio después del embarazo con su bebé
Colocar al bebé en el vientre para tranquilizarlo después del estrés de nacer, lo tomas, lo hueles, lo ves es una sensación indescriptible; debería existir el flechazo entre madre-niño, pero depende mucho de todo el proceso del parto, sobre todo en las mujeres primigestas.
Pero se hacen la pregunta ¿ quería ser madre? sí ; pero se encuentran con todo esté cambio que no le hacen feliz: como la episiotomía, sangrado,entuertos,abdomen hinchado, edema , amamantamiento, si ha sido cesárea la herida y el dolor. Sus sentimientos están a flor de piel, presentes los altibajos emocionales que serán más intensos durante los tres primeros días después del parto.
Si continúan los síntomas de melancolía. tristeza, ganas de llorar ante la menor contrariedad ( cuando curas el cordón umbilical, o si se caen las cosas, o si lo vas hacer bien).
En cuanto se empiece a recuperar esa sensación de tristeza se irá y se sentirá feliz, pero si continúa estamos ante una depresión posparto , tienen que acudir al especialista.
Como decíamos hay una alteración hormonal los niveles de la progesterona y estrógenos que han ayudado durante el embarazo caen bruscamente y afecta el estado de ánimo.La serotonina hormona euforizante disminuye y sube la oxitocina y prolactina que sólo aumenta cuando acaricias o pones al pecho al bebé.
El estrés aumenta más con la visitas, el llanto del bebé, falta de tiempo para la mamá, las molestias físicas y la sensación de aislamiento.
Las pautas que ayudarán después del parto son:
Organización:
Preparar antes del parto lo que necesitarás cuando llegue el niño a casa. Si tu pareja pide el permiso de paternidad, no estarás sola y se implicará más el padre que es fundamental para la unión de la familia.
Poner horarios para el descanso: Informar a todos los familiares y amigos del parto.
Confiar en el instinto:
Gracias al vínculo afectivo que has creado con tu hijo durante el embarazo y en estos primeros días, le entenderás y lo cuidarás mejor que nadie.
Mantenga la calma:
Los cambios de humor son frecuentes pueden confundir y hacer que lo vean todo negro.
Quitarle importancia a la situación:
Pedir ayuda a todos los que desean ayudar.
No ser exigentes:
Lo más importante es el bebé y hay que priorizar el bebé por encima de todo , como el orden de la casa.
Hacer un poco de ejercicio, descanso y una buena alimentación sensorial te ayudará a la recuperación inmediata después del parto.
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