Después de 4 a 5 décadas de absoluto reinado del biberón, algunas mujeres por no decir la gran mayoría fueron alimentadas con biberón , jugaban a dar biberón a sus bebés - muñecos, fueron creciendo con la idea de que no había otra forma de alimentación para los bebés, se había perdido la cultura de dar la teta.
Por está situación no habían conocido a nadie que amamantara, unas pocas mamás que lo hicieron pocos meses o una lactancia prolongada. También influyó mucho la incorporación de la mujer al trabajo, la tecnología, no tener permiso de maternidad más prolongados, los gobiernos que no dan ayuda a la madre trabajadora y los laboratorios que influenciaron a la publicidad de las leches maternizadas.
La mujer tiene todo el derecho del mundo de sentirse agobiada, no poder dormir, enfadadas, culpables por no hacerlo mejor, aún así han decidido dar el pecho, provocando un cambio social que no tiene marcha atrás.
Cuando la mujer elige dar el pecho no está eligiendo una forma en que su bebé va ingerir alimentos, sino que se está convirtiendo en una mujer lactante durante las 24 horas del día y para ella significa muchas cosas adaptarse a ese período y adecuar sus hábitos , como su alimentación, la ropa, las compras, el orden en la casa, las largas temporadas sin dormir, la ansiedad si lo está haciendo bien, el tiempo entre tomas del bebé, temor a caer enferma porque nadie le va a sustituir, las posturas que debe adoptar para la toma etc.
Si se incorpora al trabajo, el temor que manche con la leche la ropa, olvida como era salir de noches, la relación con la pareja cambia, por eso es muy importante que se ayuden con otras mamás, informando sus experiencias durante la lactancia, aprender una técnica adecuada para realizar una lactancia personalizada. Las consejerías a domicilio cuando una madre pide ayuda y los grupos de apoyo de madres expertas son de gran ayuda.
Si te sientes mamá lactante, dar el pecho te hace ser más consciente de que eres, todo lo que necesita el bebé, estar bien, tu cuerpo, tus pechos, tus brazos, tu mente y tener la suficiente energía, porque tú leche es lo mejor para el niño.
La lactancia es algo maravilloso en el cual la mujer debe disfrutar amamantando, el simple hecho de sentarse cómoda con su bebé y darle el pecho, sentirse feliz, también incorporando al padre y los hermanitos, es beneficioso para la unión familiar.
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